lunes, 26 de marzo de 2012

ERMITAÑOS EUCARISTICOS DEL PADRE CELESTIAL

 EN PIEDECUESTA, SANTANDER, ESTÁ LA ÚNICA HERMANDAD DE ERMITAÑOS DE COLOMBIA Y SURAMÉRICA.LA INTEGRAN RELIGIOSOS Y MONJAS CATÓLICOS DE LA COMUNIDAD OPUS PATRIS,

El camino que conduce a la finca parece una metáfora

En una montaña frente a Piedecuesta, Santander, están los religiosos de la comunidad Opus Patris, fundada por el sacerdote belga Antonio Lootens, Apa Antonio, un hombre delgado, de intensos ojos azules y una sonrisa permanente que sólo habla de Dios y de entrega a los demás.

Pero todas las dudas o temores quedan disipados cuando se llega a la explanada y nos empezamos a cruzar con jóvenes que si bien andan en silencio y casi siempre rezando, sonríen y saludan amablemente. ¿Qué hacen en todo el día? Trabajan y rezan, lo que para ellos es lo mismo. Mientras cultivan, arreglan las instalaciones, cocinan, limpian o producen programas de televisión, piden a Dios y la Virgen por usted y por mí.
Se levantan a las cuatro y media de la mañana y dedican media hora al ejercicio físico. Algunos trotan, otros juegan un partido de microfútbol, y las monjas, las que hacen televisión, ponen música y practican aeróbicos. Después la ducha fría (muy saludable según todos) y media hora de oración individual en alguno de los oratorios o en privado según el carisma o preferencia de cada uno, la Santa Misa, el desayuno, y a trabajar. Al medio día el Rosario, un descanso para el almuerzo vegetariano, y a seguir trabajando. A las tres de la tarde rezan La Corona de la Misericordia, breve oración por la conversión de los pecadores. A las seis, todos ante el sagrario. Cenan a las siete y se acuestan a las ocho.

RESEÑA HISTORICA

Los Ermitaños y Ermitañas Eucarísticos del Padre Celestial fueron fundados por el P. Antonio Lootensy la Madre Andrea de Jesús en Costa Rica en 1993. Se establecieron en 1994 en la Archidiócesis de Bucaramanga (Colombia), bajo los auspicios de su arzobispo de aquel entonces, el Cardenal Darío Castrillón Hoyos. En una finca montañosa y boscosa, a quince kilómetros de la capital, se estableció el Eremitorio donde los religiosos y religiosas viven su vocación contemplativa en oración, silencio y penitencia
 
Su carisma consiste en prolongar místicamente la Eucaristía, siendo tabernáculos de adoraciónque suben a la montaña a solas a orar. Se ocupan en exclusivo de las cosas del Padre y procuran agradarle de modo que esté siempre con ellos. Los Ermitaños y Ermitañas viven cada uno en su ermita, en soledad y silencio, exceptuando la Santa Misa, el Oficio Divinoy las recreaciones que contemplan las Constituciones. Ayunandos veces a la semana y, como viene siendo tradición en la ascesis eremítica, no comen carne. Todo lo que consumen lo producen en sus mismos huertos. Los fines de semana reciben a los fieles que quieren recibir los Sacramentosde la Eucaristía y la reconciliación, aprender a orar, o recibir dirección y orientación espiritual. La comunidad del eremitorio está formada por un centenar de hombres y mujeres, situada en Bucaramanga (Colombia).
 
Ermitaños Eucarísticos del Padre Celestial
A.P. 1601 B/ga
Piedecuesta- Santander (Colombia)

E-mail:
eepcmaria@yahoo.es ermitanos@arquidiocesisbucaramanga.org
de la vida espiritual. Es empinado y con muchas curvas y pone a prueba la fuerza del motor o de las piernas de centenares de personas que en los fines de semana suben para conversar o meditar con algunos de los jóvenes que integran la única comunidad de ermitaños que existe en Latinoamérica.

¿Ermitaños? Sí, personas que viven apartadas del mundanal ruido y dedicadas a la oración, a la contemplación y a obras de caridad en medio de una disciplina que a cualquiera le puede parecer estricta o incluso retrógrada pero que cuando se los ve vivirla con tranquilidad y alegría, causa inquietud en el alma e incluso un poco de envidia por la paz que se refleja en sus rostros. Ermitaños, palabra que en la mente del lector seguramente trae imágenes de monjes serios, adustos, sensación de algo oculto, de grandes mortificaciones, de gente un poco rara.
SANTUARIO
NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD


FIESTA A LA VIRGEN DE LA SALUD

La fiesta de la Virgen de la Salud se celebra el segundo domingo de septiembre. Durante los días anteriores a la fiesta se celebra la novena a la Virgen, rezando el rosario desde los barrios del municipio de Bojacá (Cundinamarca) y llegando al templo parroquial para la celebración de la Eucaristía junto con la novena.

El día de la fiesta se tiene una caminata desde El Corzo, lugar ubicado en la carretera que conduce de Bogotá a Facatativá, entre Madrid y Cartagenita; en ese trayecto hay un desvío donde hay también una imagen de la Virgen de la Salud en piedra.

Se viene desde El Corzo orando con el Santo Rosario, cantos marianos, los siete dolores de María... Los peregrinos acompañan este recorrido que inicia a las 10:00 a.m. y en el templo parroquial se tiene la Eucaristía solemne al llegar del recorrido.





ORACION A LA VIRGEN DE LA SALUD


¡Virgen María, Madre de la Salud! Tu Hijo divino te encargó que fueras también Madre de todos los hombres. Desde entonces, con admirable fidelidad, has estado presente en la vida de la Iglesia y de cada uno de sus hijos; como ejemplar de todas las virtudes personales y comunitarias; como medianera nuestra ante Dios, y como madre de la vida divina que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas, nuestras infidelidades y caídas. A ejemplo tuyo y con tu ayuda, aceptamos el plan de nuestro Padre Celestial que, en Cristo y por el Espíritu Santo quiere salvarnos a través de las pruebas y sufrimientos de la vida temporal, hasta darnos la plenitud de su vida sin término. Amén. 
TURISMO RELIGIOSO EN COLOMBIA

Colombia es un atractivo destino para la práctica de turismo religioso, actividad que se encuentra gracias a la  tradición y está representada por diversas culturas y templos maravillosos que atraen turistas de diferentes lugares del país y del mundo.

La historia de Colombia está asociada a una intensa y ferviente vocación religiosa, con profundas raíces católicas, resultado del proceso de evangelización y catequización que se llevó a cabo durante la conquista.


Como legado de este período, existen importantes monumentos arquitectónicos, templos y manifestaciones de fe, que con el tiempo se han constituido en íconos de fervor religioso y en fiestas o ritos locales, a los que acuden personas de distintas clases sociales y diversas regiones de Colombia y el mundo.

La manifestación de nuevas corrientes religiosas ha hecho que los tradicionales santuarios del catolicismo en Colombia vuelvan a ser los escenarios de reivindicación del credo, a los que la gente concurre masivamente para reafirmar su fe.

El turismo religioso en Colombia, generado incluso por grandes corrientes de viajeros, ha permitido consolidar los destinos más importantes de la fe católica en el país.